17 de noviembre de 2011

Carta abierta a Randall "El Chiqui" Brenes


17 de noviembre del 2011


Estimable Chiqui;


En reiteradas oportunidades he dicho, sin temor a caer estruendosamente en hipérboles gratuitas, que vos sos lo más grande que le ha ocurrido a Cartago desde Leonel Hernández. Sé que esta chorrada puede sonarte a plato de babas o a la siempre inoportuna impresión de fanático ingenuo. Sin embargo, en mi defensa, debo decir que en mis 30 años de vida nunca he visto que alguien se alce como referenete identitario de una manera tan apabullante como vos lo has hecho. Más allá de tus indiscutibles atributos como futbolista, Chiqui, vos has sido capaz de distender el músculo de la fe cartaginesa y te has convertido en el eje axial de un proceso de construcción de sentido que se abre hacia el futuro lleno de promesas.

Lo más curioso de todo esto es que, además de ídolo, goleador, seleccionado, delantero y anotador de penales, vos sos el mae que mis compas y yo veíamos, ocasionalmente, las noches de domingo en Pharo´s de hace muchos años. Sos el mae que quizás asisitió a una escuela cartaginesa en la que sonaba un timbre estridente y sos el mismo mae que alguna vez se vio en la necesidad de tomar un bus de SACSA. A lo mejor sos también el mae que fue a MacDonald´s de Metrocentro a ver a alguna chavala guapa y tal vez sos el mismo mae que fue a La Pilita de Los Ángeles a pedir por algún ser querido. Pero también tengo absoluta certeza de que sos el mae de carne y hueso que tiene hijos y compromisos financieros, el mismo hombre real que tiene que pensar en pagar facturas y polizas para su familia.

Chiqui, muchos de los aficionados del Club Sport Cartaginés somos plenamente conscientes de que, ante todo, sos un profesional que vive de lo que sabe hacer mejor y que en esa faena sos capaz de poner todo el empeño y el entusiasmo del planeta. Comparto con vos todos los deseos de superación que pueda tener alguien de nuestra edad que recién ha formado una familia (a pesar de que vos seas un par de añitos más joven que yo). Sé que cuando uno se aproxima a los 30 el futuro se siente como una sensación de vacío y frío en el estómago. Sé que hay días en los que la incertidumbre del mundo es un monstruo que nos crece en las ganas de salir corriendo.

Ignoro si los rumores que circulan acerca de la posibilidad de que firmés con otro club son ciertos o no. En caso de que así lo sea, honestamente, debo agregar que de ningún modo me sorprende. Sabemos que nuestra institución deportiva (y digo nuestra porque el fútbol es de todos) no es todo lo sólida que quisiéramos que fuera. Sabemos que tu fútbol está para muchas cosas más. Chiqui, hoy por hoy, el Club Sport Cartaginés tiene uno de sus mayores retos: demostrar que se ha fortalecido institucionalmente lo suficiente como para no dejarte ir. Veremos que pasa.

Más allá de todos esos elementos, Chiqui, quiero que sepás que, cual sea la decisión que tomés en el futuro, vos acá, en Cartago, además del ídolo, el goleador, el seleccionado, el delantero y el anotador infalible de penales, siempre vas a ser el mae que puede ir a la Pulpería de La Esquina o al bar del cole sabiéndo que es responsable de que toda una afición volviera a creer. Chiqui, eso ya es tuyo y nadie te lo va a quitar, independientemente del equipo donde jugués. Sin embargo, en estos días, me ha dado por pensar que, al chile, sería muy lindo que Cartago te ofrezca todo lo que merecés para quedarte con nosotros...


con cariño;


Fabián