13 de agosto de 2008

Réplica: Una crónica innecasaria


Debo confesar que estoy por mucho de acuerdo con Jenaro en el acertado relato que publicó anteriormente. Ciertamente a veces se nos olvida (me incluyo) que estamos en Centroamérica, y por mucho afán de superación que tengamos, debemos ser claros en reconocer que las limitaciones van más allá de puras aspiraciones románticas o históricas.
Me da mucha risa cómo medios locales (en CA) se han inventado términos como ¨el clásico centroamericano¨, ¨goleador histórico de CA¨, entre otros. Lamentable es que esos ¨clásicos¨ se busquen hacer en Los Angeles (Cal), Miami (Flo), Houston (Tex) o cualquier lugar donde las condiciones sean por mucho mejores tanto en infraestructura y recaudación.
Para muestra un botón, un partido Guatemala vrs El Salvador en el Coliseo de Los Angeles, asistencia aproximada 60,000 personas, a $20 la entrada promedio tenemos la módica suma de $1,2 millones. Cuando en un estadio de nuestro istmo se va a generar un ingreso siquiera similar? Abonado a tener una gramilla (que aunque esté cruzada por líneas de yardas) está en mucho mejor estado que la mejor grama sintética de la región, camerinos con más de 8 duchas, transmisión televisiva de primer orden, etc.
Desde cualquier punto de vista resulta hasta penoso pensar que estamos (CA) a nivel de México o Estados Unidos de América, es una aseveración ofensiva ver la lista de la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFSH) que muestra a la liga de fútbol costarricense como la 2ª mejor de CONCACAF, después de la azteca, y la nicaragüense por encima de la estadounidense y hondureña, cito esto como un sólo ejemplo del por qué una gran porción de la afición centroamericana está completamente engañada. Es por eso que se comen productos como las ¨hinchadas¨ que con sus cantitos y saltos sobre cimientos devorados por el comején ahuyentan el veradero espíritu de ¨estadio de barrio¨; es por eso que el ser ¨periodista deportivo¨ es más añorado que el ser dirigente, director técnico o futbolista propiamente (ese es otro tema).
Las cosas no van a cambiar por que así pensamos en centroamérica, todavía creemos que somos mejores que Venezuela en fútbol, cuando esta selección nos pasó hace muchos años (a Chile le pasa lo mismo), todavía creemos que jugar en Saprissa o Alajuelense de Costa Rica se compara con estar en La Bombonera o en el Vicente Calderón, todavía le decimos ¨profe¨ a un ¨DT¨ que tiene 4 meses de haberse retirado como volante de contención o stopper izquierdo y recién aprobó cursos intensivos de 72 horas en Dirección Técnica en una universidad de Aguas Calientes o Salamanca (en el mejor de los casos).
El tema es de nunca tristemente acabar, sólo quería afirmar que estoy por mucho de acuerdo de lo descrito por Jenaro en su acertado relato salvo en 2 cosas, este chaval Adonay no sabe de buen fútbol (va con el Barça) y nunca estuviste con el ¨Chunche¨ luego de Italia 90. Por lo demás, que buen aporte amigo Jenaro.